domingo, 6 de enero de 2008

Ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot

Y se han terminado oficialmente "Las Fiestas". Hemos celebrado el solsticio de invierno, la Navidad, el Año Nuevo y los Reyes Magos a puro blanco níveo (con excepción, claro, del rey Baltazar).

Para muchos, el blanco representa el símbolo de la pureza. Con las flores pasa algo parecido. Ya lo dice Alfonsina "Que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue
Corola cerrada
(...)
Ni una margarita
se diga mi hermana".

Sin embargo, no todos se creen el cuento de la inocente florecita. Y si no, que lo diga Carlos Linneo - el creador del sistema que usamos para nombrar y clasificar cuanto ser vivo habita este mundo. Linneo consideraba que lo más importante para clasificar a las plantas eran sus órganos reproductivos, o sea, las flores. En su esmero para que sus ideas pudieran ser entendidas "hasta por las mujeres", no apeló ni a la poesía ni a la inocencia. En 1735 escribió "El cáliz es como la cámara nupcial, los filamentos como los vasos espermáticos, las anteras como los testículos, el polen como el esperma, el estigma como la vulva, el estilo como la vagina"

Tan claro quedó, que no saben la que se armó! Su sistema de clasificación no fue recibido con flores. Se lo acusó de "demasiado sucio y vulgar para los oídos británicos", de "devastar a la inocencia femenina" y de "aborrecible prostitución". El tema sobrepasó las ciencias biológicas y alcanzó a las teológicas. Linneo era profundamente religioso y llegó a decir que "Dios lo había guiado con su propia mano todopoderosa para brindarle el mayor de los conocimientos en las ciencias naturales" (y si, la humildad no era el fuerte de Carlos). El contra-ataque religiosos no se hizo esperar y algunos dijeron que Dios nunca hubiera permitido semejante "falta de castidad" entre las plantas (?).

Con el tiempo, algunos comprendieron y aceptaron, y otros no, pero se resignaron, a que las margaritas también tienen algo de "margots".

Tanto ha sido el impacto que Linneo ha tenido en el mundo que el año pasado (el recién pasado 2007) Suecia se vistió de gala en honor a su cumple #300. Se organizaron exposiciones, conferencias, conciertos y celebraciones que contaron con la presencia de los mismísimos reyes de Suecia, el emperador de Japón y varios premios Nobel.



Para terminar, la primera receta del nuevo año: Pasta con pesto de avocado...o aguacate...o palta...para que no queden dudas: Pasta con pesto de Persea americana (gracias Linneo!).

Pasta con pesto de aguacate (o palta o avocado)
  • 2 aguacates Hass (los de cáscara oscura y bien arrugada), pelados y picados.
  • 1 taza de hojas de albahaca fresca (Ocimum basilicum)
  • 2 dientes de ajo (Allium sativum)
  • 1 cucharada de jugo de limón (Citrus limonium)
  • 1 ½ cucharaditas de sal
  • ¼ taza de aceite de oliva (Olea europaea) extra-virgen
  • 1 paquete de espinaca (Spinacea oleracea) "baby" y fresca (no congelada), picada
  • 500 g de pasta cocida (los fideos que más les gusten)
  • ½ taza de piñones (que son semillas de distintas especies de pinos, las "verdaderas" y, por supuesto, más caras, son las europeas, que se cosechan del pino Pinus pinea). Es mejor si los piñones están tostados...pero cuidado que no se quemen!
  • 100 g de queso de cabra (Capra hircus), desmenuzado.
Para preparar el pesto: poner en una procesadora (o picar y pisar con mucho esmero y a la vieja usanza), los aguacates + la albahaca + los ajos + el jugo de limón + 1 cucharadita de la sal + 2 cucharadas del aceite de oliva.

En una cacerola, calentar el aceite de oliva remanente, y cocinar por 3-4 minutos la espinaca, con la pasta y sal 1/2 cucharadita de sal que quedó (o a gusto).

Agregar los piñones y el "pesto". Cuando todo esté calentido, servir y poner por encima un buen puñado de queso de cabra!

No hay comentarios.: