lunes, 26 de marzo de 2007

Feliz cumple!

Ayer fue el cumple de Damián!
Aprovechando el preciosísimo y caluroso día (28C, nueva temperatura récord en el registro histórico de la ciudad) fuimos a celebrar el...ejem...cambio de década...(uy! lo quise poner chiquito y el editor "decidió" destacarlo) a una reserva natural a 1 1/2 h de acá. El lugar - Clifton Gorge Natural Preserve - resultó precioso, es un cañadón que se ha formado en tiempos añejos por la acción erosiva de un río. Ahora corre el río Little Miami, el cual fue nombrado Río Escénico Nacional en los '70s.
Según uno de los regalitos de Damián (un aparatejo cuenta pasos y cuenta distancia que tiene el apropiado, anque infortunado, nombre de pedómetro), el recorrido río arriba-río abajo y viceversa sumó 10325 pasos! También vimos unas cuantas plantitas nativas y raras, que solo crecen en ese lugar por el microclima particular.
Qué más? Hubo muchos-muy-lindos llamados telefónicos, e-mails, más regalos y hasta unos globos! Faltó tirón de orejas y el canto...pero creo que Damián agradeció la ausencia de ambos 2!

FELIZZZZ CUMPLEEEEE!!!!!!!

sábado, 17 de marzo de 2007

Solos y adelantados

Hemos disfrutado de una semana de solitud en la city. Fue la semana de spring break (vacación de primavera) y los estudiantes se fueron. Antes tuvieron su festejo anticipado de San Patricio - llamado Green Beer Day – y la oportunidad de salir de chupi con permiso. El jueves antes del break los bares abren a las 5 de la mañana y los estudiantes (mayores de 21) pueden consumir alcohol a partir de esa hora y durante todo el día. La gracia es andar vestido con remeras de color verde-San Patricio y asistir a clase en “estado alegre”. Los profesores no se quejan porque la celebración es parte de la tradición universitaria. Acá hasta los momentos de locura están organizados!

También hemos adelantado la hora una hora. Tradicionalmente la hora se adelantaba el primer domingo de abril, pero alguien (o alguiens) propuso adelantar el adelanto a la segunda semana de marzo, con el objetivo de ahorrar energía al reducir la necesidad de iluminación artificial durante las horas nocturnas. De cuánto ahorro estamos hablando? Se estima que potencialmente se ahorraría una fracción del 1%. Claro, hay cosas que “alguien” no ha considerado, como que ahora la necesidad de iluminación artificial ocurre durante la mañana!

A pesar del ritmo circadiano medio alterado, aprovechamos la vacación estudiantil y unos días primaverales para salir de hiking por el bosquecito local. Todos los árboles siguen sin hojas, excepto los Fagus (n.v. “haya”). No son hojas verdes y vitales, son amarillas y están bien muertas. Por alguna razón desconocida estos árboles no se deciden a desprenderse de sus hojas secas.

Este “aferramiento” a las hojas secas se llama marcescencia. Aunque el término es de dominio vegetal, a alguien (no el mismo alguien del cambio de hora) se le ha ocurrido que podría usarse en referencia a los “muertos” - complejos, rencores y traumas asociados, bien amarillos y resecos - que cargamos con nosotros hasta el presente. Y entonces me quedé pensando. Qué tal si aprovechamos este comienzo de primavera (u otoño) para intentar desprendernos de alguna que otra hoja seca y dejar lugar para alguna hojita verde?

Los dejo meditando sobre la metáfora botánica. Por el momento...mejor anoto una receta de buñuelos. Son los clásicos de banana y pasas de uvas, pero con unos toques de sanidad. Tienen agregado de harina integral y sacado de calorías por aquí y por allá.

Buñuelos integrales

1 1/4 tazas de harina común
1/4 taza de harina integral

2 cucharaditas de polvo para hornear
3 cucharadas de azúcar (rubia o negra, preferentemente)
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
aprox. 1/2 taza de leche
ralladura de una naranja (los mejora notablemente!)
3/4 taza de pasas de uva
1 banana grande cortada en pedacitos (queda bien cortada en rodajitas y luego la rodajita en cuartos).

En un bowl mezclar la harina común, harina integral, polvo para hornear y azúcar. Hacer un huequito en el centro.
Agregar los huevos batidos y la esencia de vainilla.
Agregar la leche, revolviendo de a poco, hasta tener una mezcla de consistencia cremosa-espesa (que no quede líquida).
Agregar la ralladura, las pasas y la banana. Mezclar bien.
Poner cucharadas de la mezcla en aceite caliente. Si el aceite está "a punto" la mezcla cae hasta el fondo y sube a flote enseguida, si se queda hundida el aceite está frío. Siguiendo la tradición de la abuela, nosotros ponemos un pedacito de pan en el aceite para ir probando la temperatura.
Dorarlos bien, escurrirlos en papel absorbente y espolvorear con azúcar.


domingo, 11 de marzo de 2007

Tea time

El tema de hoy va dedicado a todos los amigos de “la hora de la leche”. La hora de la vuelta a casa (de donde sea) o de la pausa (en lo que sea). La hora de pasar por la panadería por unas facturas, o de ir a un cafecito por un cortado con tostado (ambos ejemplos extraídos de mi memoria…snif, snif…). O de abrir la heladera y chusmear que hay para llevar a la mesa: tostadas, mermelada, sobrante de tarta…o milanesa (quién no se ha prendido con fruición a una milanga con café con leche?).

La brillante idea de una colación a media tarde se le atribuye a Anna Russell, la séptima duquesa de Bedford. A principios del 1800 el almuerzo era una comida muy liviana y la cena se servía cerca de las 8pm. La Duquesa comenzó a pedirle a su mayordomo que a las 5 de la tarde le sirviera té acompañado de pan y manteca para combatir la “sensación de hundimiento” que sentía. Lamentablemente por estos pagos no han seguido la costumbre de su correspondiente Madre Patria y han preferido cenar a las 6 de la tarde, perdiéndose de las delicias de la hora del té.

Un caso curioso son los chilenos. Ellos tienen una merienda a media tarde a la que llaman “las once”. No nos han sabido explicar muy bien (ni mal, para el caso) por qué le dicen así. Una posibilidad es porque la merienda se parece a una colación que se toma a media mañana...obviamente alrededor de las once. También podría estar relacionada con la costumbre que tenían los trabajadores de las salitreras de acompañar la merienda con aguardiente. Debido a restricciones en el consumo de alcohol le decían "once", por la cantidad de letras que tiene la palabra aguardiente. En fin...

Toda la inspiración tesística vino por unos limones raros que encontramos el otro día en el súper, limones “Meyer”. No se sabe bien si son cruza de limón con naranja o de limón con mandarina. Como pueden ver, el limón (que está en la foto entre una naranja y un limón-limón) es anaranjado y oblongo (“que en dialecto suahili quiere decir más largo que ancho”, je, je). Huele a limón, pero es definitivamente más dulce, se lo puede chupar sin fruncir toda la cara. La piel es finita y bien lisa. Compramos un par… y terminaron en una torta para la hora de la leche!


Torta de limón (Meyer) y coco *

1 ¼ tazas harina común
¼ taza harina integral
1 ½ cucharaditas polvo para hornear
1 cucharadita bicarbonato de soda
½ taza de coco rallado
Ralladura de 1 limón Meyer (o naranja**)
100 g de manteca (en realidad usé 113 g = 4 oz, que es la barrita que se vende acá)
¾ taza de azúcar negra
2 huevos
1 cucharadita esencia de vainilla
¼ taza jugo de limón Meyer (o naranja)
¾ taza de leche

Precalentar el horno a 180C. Enmantecar/enharinar una budinera.
Mezclar la harina común, harina integral, polvo para hornear, bicarbonato, coco rallado y ralladura de limón/naranja.
Aparte, derretir la manteca, agregar el azúcar, los huevos y la esencia de vainilla. Mezclar bien.
Agregar los ingredientes secos, mezclar.
Agregar el jugo y la leche. Mezclar bien.
Poner en la budinera. Cocinar x 40 minutos (o hasta que pase la prueba del acuchillado).

* Receta propia (originalmente busqué una, pero empecé con una modificación por acá y seguí con otra por allá… lo único que me quedó en común fueron los 2 huevos!).

** Yo creo que el reemplazante más cercano para el limón Meyer sería una naranja.

jueves, 1 de marzo de 2007

Añoralgias

Sí, me refiero a la “zamba catástrofe” de Les Luthiers…cuya letra es toda una inspiración para describir nuestras recientes experiencias climáticas. Después de la nevada, comenzó el derretimiento, lo cual trajo la inundación... aunque es sólo entre el mediodía y la noche, porque entre la noche y la mañana está todo congelado! Eso sí, nos hemos salvado de madrugar por unos días. Las clases tuvieron que empezar después de las 10 am, porque la niebla no dejaba ver absolutamente nada! Ahora? Llueve. Mañana? Sol radiante y vientos bravíos (hubo tornados más al sur). Después parece que va a nevar nuevamente. En fin, como dice el final de la zamba si a [este] pueblo volver yo pudiera, no lo haría ni mamado”!

El sábado vino Xanic a casa a comer una picadita, la cual incluía un budincito de aceitunas muy rico para comer solo, o con quesitos, o para untar con tapenade (una pasta de aceitunas negras y anchoas muuyy rica). Los sólidos fueron acompañados por unos vinitos (argentinos por supuesto!). Por suerte era sábado, por lo que no tuvimos problema con la adquisición de los etílicos.

Explico. Hace poco nos encontramos con la sorpresa que no podíamos comprar vino el domingo hasta después de la 1 de la tarde. Por qué? Es LA LEY (la cual es diferente en los distintos estados e incluso en los condados dentro de cada estado, con lo cual hay lugares donde no hay restricción alguna mientras que en otros no se puede comprar alcohol durante todo el domingo). “Tendrá que ver con algo religioso?”- nos preguntamos, y le preguntamos a la WWW. Según Wikipedia (que fue lo primero que apareció en la búsqueda, tampoco voy a escribir una tesis sobre el tema!) la prohibición de vender alcohol los domingos es un tipo de “Blue law” (ley azul). Blue laws son leyes (en USA y Canadá) que tienen como objetivo “hacer cumplir los estándares morales, particularmente la observancia del domingo como día religioso o de descanso”.

Aparentemente la prohibición de la venta de alcohol los domingos hasta antes del mediodía se fundamenta en que “la gente debe estar en la iglesia en la mañana del domingo, o por lo menos no beber”. Me pregunto y pregunto: qué pasa con las personas que por su religión, o falta de ella, no tienen que ir a la iglesia los domingos a la mañana? Y...quién habrá sido el genio al que se le ocurrió que la mejor manera de fomentar la asistencia/abstinencia dominical era prohibir la venta de alcohol el mismo domingo?

Por supuesto, la obvia solución a la ley es… comprar el etílico prohibido durante el resto de la semana. Y salute!

Budín de aceitunas

- 2 tazas de aceitunas descarozadas y cortadas en mitades (negras, verdes o mezcla. Yo usé 1 taza de cada una).
- 4 huevos
- 1 cucharada de azúcar
- 3/4 taza de leche
- 1/4 taza de aceite de oliva
- 2 tazas + 2 cucharadas de harina leudante.
- 1 cucharadita de sal
- pimienta a gusto (no escatimen!).

Poner en un bowl las aceitunas y mezclarlas con las 2 cucharadas de harina.
Aparte, batir los huevos. Agregar el azúcar, la leche, el aceite, la sal y la pimienta.
Agregar la harina, batir hasta mezclar todo bien.
Agregar las aceitunas.
Volcar la mezcla en una budinera (aceitada/enharinada).
Cocinar 30 min a temperatura media-fuerte (aprox. 190 C) y luego 15 minutos más a medio-bajo (aprox. 160 C). Tiene que quedar bien doradito.

Como dije antes, se puede comer solo, con quesitos, con algún jamoncito, o untado con la tapenade. Por supuesto debo foto. Se comió demasiado rápido!

Tapenade

Esta receta lleva aceitunas negras. La receta con aceitunas verdes lleva alcaparras (y a Damián no le gustan).

- 2 tazas "generosas" de aceitunas negras descarozadas (si están en salmuera, enjuagarlas)
- 4 o 5 filetitos de anchoas, escurridos
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de nueces
- aprox. 1/4 taza de aceite de oliva (depende de la consistencia que les guste de la pasta)
- limón y pimienta a gusto

Poner las aceitunas, anchoas, ajo y nueces en la procesadora.
Procesar hasta que se forme una pasta. Agregar el aceite y seguir procesando hasta tener la consistencia deseada.
Agregar limón y pimienta a gusto. (En gral. no necesita agregado de sal).
Llevar a la heladera (al menos 1/2 hora).

Actualización: Acá está la foto del (segundo) budín