domingo, 11 de marzo de 2007

Tea time

El tema de hoy va dedicado a todos los amigos de “la hora de la leche”. La hora de la vuelta a casa (de donde sea) o de la pausa (en lo que sea). La hora de pasar por la panadería por unas facturas, o de ir a un cafecito por un cortado con tostado (ambos ejemplos extraídos de mi memoria…snif, snif…). O de abrir la heladera y chusmear que hay para llevar a la mesa: tostadas, mermelada, sobrante de tarta…o milanesa (quién no se ha prendido con fruición a una milanga con café con leche?).

La brillante idea de una colación a media tarde se le atribuye a Anna Russell, la séptima duquesa de Bedford. A principios del 1800 el almuerzo era una comida muy liviana y la cena se servía cerca de las 8pm. La Duquesa comenzó a pedirle a su mayordomo que a las 5 de la tarde le sirviera té acompañado de pan y manteca para combatir la “sensación de hundimiento” que sentía. Lamentablemente por estos pagos no han seguido la costumbre de su correspondiente Madre Patria y han preferido cenar a las 6 de la tarde, perdiéndose de las delicias de la hora del té.

Un caso curioso son los chilenos. Ellos tienen una merienda a media tarde a la que llaman “las once”. No nos han sabido explicar muy bien (ni mal, para el caso) por qué le dicen así. Una posibilidad es porque la merienda se parece a una colación que se toma a media mañana...obviamente alrededor de las once. También podría estar relacionada con la costumbre que tenían los trabajadores de las salitreras de acompañar la merienda con aguardiente. Debido a restricciones en el consumo de alcohol le decían "once", por la cantidad de letras que tiene la palabra aguardiente. En fin...

Toda la inspiración tesística vino por unos limones raros que encontramos el otro día en el súper, limones “Meyer”. No se sabe bien si son cruza de limón con naranja o de limón con mandarina. Como pueden ver, el limón (que está en la foto entre una naranja y un limón-limón) es anaranjado y oblongo (“que en dialecto suahili quiere decir más largo que ancho”, je, je). Huele a limón, pero es definitivamente más dulce, se lo puede chupar sin fruncir toda la cara. La piel es finita y bien lisa. Compramos un par… y terminaron en una torta para la hora de la leche!


Torta de limón (Meyer) y coco *

1 ¼ tazas harina común
¼ taza harina integral
1 ½ cucharaditas polvo para hornear
1 cucharadita bicarbonato de soda
½ taza de coco rallado
Ralladura de 1 limón Meyer (o naranja**)
100 g de manteca (en realidad usé 113 g = 4 oz, que es la barrita que se vende acá)
¾ taza de azúcar negra
2 huevos
1 cucharadita esencia de vainilla
¼ taza jugo de limón Meyer (o naranja)
¾ taza de leche

Precalentar el horno a 180C. Enmantecar/enharinar una budinera.
Mezclar la harina común, harina integral, polvo para hornear, bicarbonato, coco rallado y ralladura de limón/naranja.
Aparte, derretir la manteca, agregar el azúcar, los huevos y la esencia de vainilla. Mezclar bien.
Agregar los ingredientes secos, mezclar.
Agregar el jugo y la leche. Mezclar bien.
Poner en la budinera. Cocinar x 40 minutos (o hasta que pase la prueba del acuchillado).

* Receta propia (originalmente busqué una, pero empecé con una modificación por acá y seguí con otra por allá… lo único que me quedó en común fueron los 2 huevos!).

** Yo creo que el reemplazante más cercano para el limón Meyer sería una naranja.

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